top of page

| ASTROLOGÍA |




Es un ciclo de cambios y transformaciones, que nos conectan con nuestro propósito de vida.


Durante esta temporada tendremos dos eclipses, y los nodos del karma se encuentran en Tauro - Escorpio, así que, el enfoque en este recorrido estará en reconocer y conectar con nuestro valor personal y en soltar situaciones que no nos hacen bien.


El primer eclipse de esta temporada será el 25 de Octubre, en el grado 2 de Escorpio. En un eclipse solar, la Luna le quita luz al Sol interponiéndose entre él y la Tierra. Algo nuevo comienza pero no es momento de tomar grandes decisiones ya que no veremos las cosas con claridad (el Sol está oculto). Podemos estar conectando con asuntos del pasado para crear algo completamente nuevo. Al darse en conjunción a Venus, es importante notar si hay hábitos y obsesiones vinculadas a relaciones pasadas para cortar con eso en los próximos seis meses.


El segundo, será un eclipse total de luna llena en Tauro el 8 de Noviembre, y nos trae lecciones en temas de economía, nos invita a reconocer y cambiar nuestros viejos hábitos de consumo. Algo que no estaba claro se pone de manifiesto en relación con nuestros recursos y con lo que valoramos. La energía de este eclipse será mucho más tensa que la del primero y nos invita a culminar cosas que iniciamos durante el eclipse del pasado 30 de abril. Al darse en conjunción a Urano, es importante notar nuevas maneras de relacionarnos y podremos estar inestables emocionalmente.


Los temas que se tocan en este momento influyen en nuestra estabilidad, relaciones y economía. Es decir, que estaremos viviendo experiencias fuertes en relación con estos temas que, además, serán clave para nuestra evolución. Por eso es importante reconocer y transformar hábitos que no te hacen bien o que no te ayudan en la manifestación de tus deseos.


 

Por Eugenia Zarzoso Paoloni

Astróloga y tarotista

Instagram: @eugeniazp

45 visualizaciones0 comentarios

| MUNDO INTERIOR |


La coach holística Bel Aguirre, nos brinda herramientas para cuidarnos y elevar nuestra autoestima.

Cada vez que hablamos de maternar, siempre hacemos foco en una madre que cuida y nutre a su hijo, pero este maternar habita en cada una de nosotras.

La imagen maternal que todos poseemos es la de nuestra infancia, con aquella persona que nos crió, con una conjugación de otras madres o modelos maternos que nos fueron inspirando, y/o hacemos propias aquellas experiencias.


A lo largo de los años, mientras crecemos soltamos a nuestros padres, porque podemos desarrollarnos en equilibrio, es decir, podemos nutrirnos, respetarnos y cuidarnos por nosotros mismos. Y así es que nace esta madre interior que todas tenemos dentro, que nos ayuda a nutrir nuestro cuerpo, mente y alma.


Nos vamos maternando de acuerdo a las situaciones, procesos y relaciones que vamos viviendo, y ahí es cuando empezamos a explorarnos a través de este Arte de maternar.


La madre interior que habita dentro nuestro, es flexible, mutable. Con lo que nos da el gran poder de sanarnos, acompañarnos y de transformar aquellas situaciones difíciles de cuando éramos niñas.


Para ser conscientes de esta madre interior, tenemos que reconocer que nuestra mamá habitó dentro nuestro, y es por este motivo que a veces repetimos patrones, es decir nos relacionamos como lo hacía mamá. Y nuestro gran desafío como hijas es honrarlo, recibirlo, y construir nuestra propia madre interna.


En el momento que aprendamos a maternanos, va a ser de forma auténtica, amorosa y sana. Quedará en nosotras hasta el resto de nuestra vida.


Muchas veces no tenemos energía disponible para poder maternar, ya que seguimos trabajando las heridas emocionales de nuestra madre, y no podemos habitarnos en presencia. En el caso que reconozcamos esta situación es importante un acompañamiento terapéutico para poder ordenar el vínculo de madre e hija y la posición de hija.


Para maternarnos es fundamental trabajar el vínculo con mamá, para poder estar saludables, sabias y sanas para nuestra propia vida.


Maternarnos en simples palabras es nutrirnos, cuidarnos; es la forma en que nos hablamos, es esa voz interna que se dirige a nosotras mismas de buena o mala manera, ya que es la voz que tomamos en nuestro interior.




Pilares para maternarte


Autoconocimiento, siempre lo digo es un camino de ida, es bucear en tu pasado, es un camino duro, no es fácil, es doloroso porque va a hacer que tomes consciencia de tus heridas, y cuál es la medicina que necesitas para sanarte.


  • Reconocer las heridas de tu niña interior.

  • Honrar tu historia e identificar qué necesitabas a prender de ella.

  • Realizar prácticas de autocuidado.

  • Tomar decisiones para nuestro bienestar y salud.

  • Poner límites sanos, es fundamental.

  • Priorizarnos.


Para finalizar, tenemos que saber que maternarnos es una filosofía de vida. Ya que cada acción tiene un valor e impacto en nuestra vida, para crear y transformar.


Maternarnos no solo es clave para crecer y vivir una vida cotidiana sana, sino que es vivir conectada con nuestra Alma.


 

99 visualizaciones0 comentarios

| ALIMENTACIÓN CONSCIENTE |


Maternarnos desde la alimentación es ser concientes de lo que nos sube o nos baja la energía. Una vez que nos conocemos, crear hábitos es indispensable.



Maternarse es cuidarse a sí misma y los espacios importantes de la vida, con mucha consciencia y todo el amor posible.

Esto nos lleva a buscar nuestra salud, equilibrio y bienestar. Y para ello debemos conocernos. Es por eso que es importante hacernos estas preguntas:

  • ¿Qué me hace feliz comer y qué como por inercia?

  • ¿Cómo me sientan las diferentes comidas?

  • ¿Qué síntomas tengo? (acidez, reflujo, constipación, retención de líquido, etc.)

  • ¿Cómo es mi tránsito intestinal? Etc. Etc.


Maternarse a sí misma es un arte y como todo arte hay que aprenderlo con paciencia y perseverancia.


La vida misma es cíclica y cambiante por eso nuestros estados de ánimos y disponibilidad nos van cambiando, lo importante es no perder el eje, MI EJE, qué soy yo misma, en esta nueva filosofía de vida. Para estar en tu eje, te recomiendo:


  • Autoconocimiento constante: obsérvate, cómo es tu digestión, tus estados de ánimo.

  • Busca esos espacios de actividad física como más te gusten. Si no sabes por dónde empezar, comenzá recordando qué te gustaba hacer cuando eras chicas (Bailar, nadar, andar en bicicleta, etc.). ¿Me gustan las actividades solas o en compañía? ¿Prefiero en un espacio cuidado o al aire libre? Permitite COMENZAR y respetar esos días y horarios pautados, sin poner excusas de último momento.

Cultiva una forma de crear tu salud, de construirla día a día con pequeños hábitos.

En el autoconocimiento podrías ser pensar y reconocer a ese niño interior que aprendió a relacionarse con la comida, que esa comida nos marca una historia familiar también. ¿Qué lugar tiene el alimento en mi vida? ¿Qué aprendí de mi alimentación en mi niñez? ¿Qué se vivía el rededor de esa mesa familiar? ¿Cuáles eran los mensajes en esas conversaciones?


Esto y muchísimas cosas más son las que fueron formando nuestros hábitos, nuestras elecciones en un comienzo, luego las fui modificando de acuerdo a los cambios en cada etapa de la vida.


En este autoconocimiento también es importante reconocer nuestras debilidades y fortalezas, para trabajar sobre ellas. Con respecto a los hábitos podemos pensar:


¿Cómo es mi ingesta de líquido?: ¿Llego a los 2 litros de agua por día?

¿Consumo frutas diariamente? ¿Cuántas?

¿Organizo mis comidas?

¿Tengo tiempo para las compras o como me organizo para tener los insumos en casa?

¿Cómo preparo mis comidas?

¿Cuánta comida ultra procesada incorporo en mi día a día? ¿Cómo podría reemplazarla?


Y con un pequeño cuestionario que te vaya surgiendo anota las ideas que aparezcan como solución a esos plantes. Intenta ir cambiando de a una por vez y semana a semana podés ir incorporando nuevos desafíos y chequeando que vas por un buen camino, al sentirte mejor y más conectada con esta toma de decisiones constante que vas haciendo con tus hábitos. También es posible nuevos replanteos y nuevas formas de ver las cosas cuando vas transitando este hermoso camino.


Maternarse también es ocuparse de la salud, realizando todos los controles anuales de rutina.

Maternarse no es juzgarse ni buscar culpables de lo que nos cuesta más, Maternarse es aceptarse, quererse y mirarse al espejo con amor, permitiéndonos ser diferentes a los esterotipos planteados por la sociedad.

Maternarse es ir despacio, o a MI RITMO, al que yo puedo en este momento, nada nos corre y tenemos tiempo para disfrutar de este camino.


Y recuerda que todo los pequeños cambios sostenidos en el tiempo nos llevan a grandes metas y a cumplir grandes objetivos.


 

Por Macarena Mulqui. MP 0070

Lic. en Nutrición. Creadora de Bio Jujuy.

17 visualizaciones0 comentarios
bottom of page