Nuevo Centro de Interpretación Arqueológica en Santo Domingo: identidad y turismo en la Puna
- Revista CHE

- 22 sept
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En una jornada que quedará grabada en la historia local, Santo Domingo, en la Rinconada, presentó dos espacios que van más allá de lo material: un hotel comunitario y un Centro de Interpretación Arqueológica. Son apuestas concretas para cuidar la identidad ancestral, impulsar el turismo cultural y fortalecer la vida comunitaria en la Puna jujeña.
Dos nuevos puntos de encuentro con el pasado
El hotel comunitario abre sus puertas como un espacio para alojar visitantes que buscan algo más que hospedaje: venir, quedarse, y vivir el lugar. No solo para quienes llegan desde afuera, sino también como refugio para quienes regresan, quienes viajan desde otros pueblos, para las familias, para quienes quieren reconectarse.
Paralelamente, el Centro de Interpretación Arqueológica desempeñará un papel clave en preservar piezas, relatos, saberes ancestrales. Será un lugar para que arqueólogas/os, turistas y miembros de la comunidad puedan conocer y homenajean el valor material e intangible del pasado, narrado desde quienes lo viven.
Un proyecto comunitario con alma
Lo más potente de esta iniciativa no está solo en sus infraestructuras, sino en cómo fue gestada: con participación directa de la comunidad local, con colaboración técnica y financiera, y con la convicción de que lo cultural es parte del desarrollo. Es un ejemplo de cómo el patrimonio no se conserva desde afuera, sino cuando lo sienten arraigado quienes lo portan.
Durante la inauguración, hubo feria de artesanos, desayuno comunitario, celebraciones que mezclaron lo cotidiano y lo simbólico. No fue solo levantar muros, sino recuperar voces, estimular sentidos, generar pertenencia.
Turismo con sentido, sostenibilidad territorial
Estos espacios se suman al Corredor Ecoturístico Altoandino, un entramado regional que busca mostrar lo auténtico: paisaje, cultura, naturaleza. Con ellos, Santo Domingo suma una oferta que combina hospedaje, formación, investigación arqueológica y experiencia cultural.
Además, se piensa en el mediano y largo plazo: estas obras pueden traer trabajo local, oportunidades para saberes ancestrales, y un turismo que no avanza a costa del patrimonio, sino que lo respeta, lo difunde y lo integra.






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