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  • Foto del escritorLuciana Soria Ramírez

Estrés universitario: Cómo sobrevivir a los exámenes finales

El estrés universitario es una realidad que afecta a muchos estudiantes, especialmente en épocas de exámenes finales. La presión por obtener buenas calificaciones, el temor al fracaso, la falta de tiempo para estudiar y la acumulación de tareas pueden generar un alto nivel de ansiedad y estrés en los estudiantes. Sin embargo, es importante aprender a sobrellevar esta situación de manera saludable para poder rendir de la mejor manera en los exámenes finales.



Una de las claves para manejar el estrés universitario es la organización. Es fundamental planificar el tiempo de estudio, establecer prioridades y evitar la procrastinación. Crear un horario de estudio y cumplirlo de manera disciplinada puede ayudar a reducir la sensación de agobio y a tener un mejor rendimiento académico.


Además, es importante cuidar la salud física y mental. Durante épocas de exámenes finales, es común descuidar la alimentación, el descanso y la actividad física. Sin embargo, una dieta equilibrada, dormir las horas necesarias y realizar ejercicio físico pueden contribuir a reducir el estrés y mejorar la concentración. Muchas veces, en estos tiempos, los estudiantes descuidan su salud física, lo cual puede empeorar la sensación de estrés.


Asimismo, es fundamental encontrar momentos de relajación y desconexión. El estrés continuo puede afectar negativamente el rendimiento académico, por lo que es importante tomarse pequeños descansos durante las sesiones de estudio y dedicar tiempo a actividades placenteras que ayuden a aliviar la tensión, como practicar deporte, leer un libro o escuchar música.


Otro aspecto importante es buscar apoyo emocional. Hablar con amigos, familiares o profesores sobre las preocupaciones y el estrés que se está experimentando puede ser de gran ayuda. Sentirse comprendido y escuchado puede aliviar la sensación de soledad y ansiedad. Hablar sobre las preocupaciones y miedos puede aliviar la carga emocional y brindar una perspectiva diferente sobre la situación. A veces, simplemente desahogarse con alguien de confianza puede hacer una gran diferencia.


Por último, es fundamental mantener una actitud positiva. Afrontar esta etapa con confianza y optimismo puede marcar la diferencia en el resultado final. Creer en las propias capacidades y enfocarse en el progreso, más que en la perfección, puede ayudar a reducir la presión y el estrés.


Es necesario recordar que los exámenes finales no lo son todo. Si bien es importante dar lo mejor de uno mismo, también es fundamental mantener una perspectiva equilibrada. El resultado de un examen no define a una persona ni su valía como estudiante. Es importante recordar que todos cometemos errores y que lo importante es aprender de ellos.


 

por Luciana Soria Ramírez

Periodista y locutora.

Foto: Freepik

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