Maimará, el pueblo más lindo del mundo
- Revista CHE

- 20 oct
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Entre cerros de colores y tradiciones vivas, Maimará se consagró como uno de los pueblos más lindos del mundo. La Organización Mundial del Turismo (ONU Turismo) lo reconoció dentro del programa Best Tourism Villages 2025, una distinción que premia a las comunidades rurales que mantienen su identidad, promueven el turismo sostenible y protegen su entorno natural.
Este reconocimiento no solo destaca la belleza paisajística de Maimará, sino también el compromiso de su gente con un modelo de desarrollo que combina cultura, naturaleza y comunidad.
Un pueblo entre montañas y tradiciones
Ubicado en el corazón de la Quebrada de Humahuaca, Maimará deslumbra con su Paleta del Pintor, una formación montañosa que parece salida de una obra de arte. Su nombre, de origen aymara, significa “estrella que cae”, y tal vez por eso tiene esa magia que enamora a todo aquel que la visita.
El pueblo conserva una vida tranquila, ligada a la tierra y a la producción agrícola y florícola. Sus campos de hortalizas, flores y vides de altura contrastan con los cerros multicolores que lo rodean, formando un paisaje único en el norte argentino.
Pero más allá de su postal perfecta, Maimará es comunidad, es memoria y es fe. En cada fiesta popular, en cada ritual a la Pachamama o en cada carnaval, se siente la fuerza de una cultura que no se apaga.
Por qué el mundo la eligió
La elección de Maimará como uno de los mejores pueblos turísticos del planeta no fue casual. La ONU Turismo evaluó más de 270 postulaciones de 65 países, buscando aquellos destinos que logran un equilibrio entre desarrollo, sostenibilidad y autenticidad.
Maimará se destacó por su entorno natural, su gestión comunitaria, sus tradiciones vivas y su creciente oferta turística sustentable. La reactivación de la estación del Tren Solar de la Quebrada también le dio un impulso clave, conectando al pueblo con un turismo que busca experiencias reales y responsables.
A esto se suma su gastronomía típica, sus festivales culturales, la calidez de su gente y un modo de vida que inspira a quienes buscan desconectarse del ruido y reconectar con lo esencial.
Turismo con alma
Recorrer Maimará es descubrir el encanto de lo simple: calles de adobe, huertas familiares, bodegas pequeñas, y una vista que cambia de color a cada hora del día.Las flores, las vides y los cultivos locales son parte del paisaje cotidiano, al igual que la música, el arte y las tradiciones que se transmiten de generación en generación.
Aquí, el turismo se vive como un intercambio: los visitantes se sumergen en la cultura local y, a cambio, dejan una huella de respeto y admiración por lo auténtico.
Orgullo jujeño
Para Jujuy, este reconocimiento tiene un valor enorme. Confirma que es posible crecer sin perder identidad, que la belleza de un lugar también está en su gente y en su forma de cuidar lo propio.
Maimará representa el alma del norte: color, fe, raíces y hospitalidad. Hoy el mundo la mira, pero quienes la conocen saben que su verdadera riqueza está en su silencio, en su historia y en la sonrisa de quienes la habitan.
Y si aún no la visitaste, quizás sea momento de hacerlo. Porque hay lugares que no solo se recorren: se sienten.






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