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  • Foto del escritorRaquel Abraham

Abundancia: La riqueza que hay en vos

| EDITORIAL |


Ilustración: Flori Rodri

Seguramente escuchaste hablar mucho de ABUNDANCIA: “El Universo es Abundancia, la Vida es Abundancia”, y algunas frases por el estilo. Muchos relacionan la abundancia con la prosperidad económica, y es una punta del hilo para deshilvanar el ovillo, pero no la única.


Si pensamos en la abundancia como sinónimo de dinero, la interpretación que hagamos del término seguramente está ligada a ligada a lo que mamamos en nuestra infancia. Pensemos juntas: ¿En nuestro hogar se hablaba de dinero? En mi familia, por ejemplo, era un tema tabú. Yo no sabía cuánto ganaban mis padres, ni cuánto gastaban en cosas pequeñas, como ropa o algunos gustos personales, o en cuestiones más grandes, como viajar o cambiar el auto. Y siempre me recordaban, como en la película “Encanto” y la famosa canción “No se habla de Bruno”: “Nunca le preguntes a tus amigos cuánto ganan sus padres”. Es como que hablar de plata estaba mal visto, era mala educación.


La cosa es que hasta el día de hoy me acompaña un poco esa sensación, que hablar de dinero está mal. Y claro que luego eso trae consecuencias…”¿estaré ganando mucho o poco? ¿Cuánto debo pedir por mi trabajo? ¿Cómo aprendo a ponerme un valor y a negociar en materia económica y salarial?”


Con esto no culpo a mis padres, creo que intentaban “protegerme” de algo y seguramente lo hicieron con las mejores intenciones. Pero hoy a la distancia pienso, que aquello que no se nombra…¡NO EXISTE! Es decir…está bien que una niña pequeña no se preocupe por el valor del dinero, pero cuando crecemos, es sumamente necesario aprender a gestionarlo, cómo conseguirlo, gastarlo, ahorrarlo o invertirlo. Y ahí sí hay que nombrarlo con TODAS LAS LETRAS.


Y ¿por qué? Porque en la sociedad en la que vivimos, para lograr un montón de objetivos, necesitamos esos billetitos, o números en nuestra cuenta bancaria, o -en un futuro muy cercano-, en nuestra billetera virtual. Es decir que, aprender a generar dinero y administrarlo con inteligencia, es una (no la única) de las herramientas que tenemos para lograr, en gran medida, nuestra LIBERTAD.


Pero claro que la ABUNDANCIA es mucho más que el dinero, como dije antes. La etimología de la palabra abundancia es latina (de “abundantia”) y significa que algo existe en mucha cantidad.


Hay un conocido dicho que reza: “Lo que abunda no daña”, pero en mi opinión, esto no es del todo acertado. Si acumulamos gran cantidad de objetos innecesarios (ropa, artefactos, bártulos en general), pueden llegar a asfixiarnos mental, visual y físicamente.


Lo mismo si pensamos en nuestras emociones: ¿Quién puede poner en duda que el optimismo, la armonía, la serenidad, si abundan nos benefician? Pero por el contrario, si nos dominan pensamientos negativos y tóxicos, seguramente nos llevarán a la angustia y el aturdimiento.


Así que seguramente ya estarás coincidiendo conmigo en que la ABUNDANCIA per se, no es ni buena ni mala, solo depende de con qué “materia” llenemos nuestra mente y cuerpo para que lo que nos abunde, nos llene de energía y nos motorice para alcanzar nuestras metas.


Es por eso que desde Revista CHE, en MAYO nos metemos de lleno en la ABUNDANCIA. Vamos a explorar qué es lo que queremos atraer a nuestra vida, y a no sentirnos culpables por desear más. Nada tiene que ver la abundancia con ser desagradecidas. Podemos estar totalmente conscientes de las bendiciones que tenemos, y sin embargo querer más, es parte de la naturaleza humana. Desear nos hace sentir vivas y nos impulsa a la acción.


La abundancia consiste entonces en entregar nuestros dones y talentos al mundo y recibir a cambio una retribución. Y a través de este círculo virtuoso de dar y recibir, nos enriquecemos nosotras y nuestro entorno.

¿Te estás sintiendo abundante?


 

por Raquel Abraham

Periodista y comunicadora.

"Amo contar historias inspiradoras".

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