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| EDITORIAL |


En abril elegimos como tema transversal a nuestras notas y columnas, la CREATIVIDAD. ¡Qué concepto que me encanta! Suena casi mágico ¿no? Desde el misterio y la creación de la vida misma (todas las especies damos a luz nuevas vidas), hasta las creaciones propias de la humanidad. Crear es como hacer magia: pensemos en el primer ser humano de la prehistoria que descubrió que podía prender fuego frotando piedras, o aquella persona que se le ocurrió fabricar una rueda para transportarse más rápido. Y si nos venimos más acá, el desarrollo que supuso la energía eléctrica y que derivó en la luz artificial. ¡El primer avión! La humanidad pudo despegar de la tierra y volar… ¡suena a ciencia ficción! La radio, el cine, la televisión y la gran revolución que significó internet.


Sí, realmente somos una especie destinada a crear. Pero no hay que ser Leonardo Da Vinci, Benjamin Franklin o Steve Jobs para ser innovadoras. Es cierto que ellos revolucionaron y marcaron rumbos en la historia de la humanidad, pero nosotras, con pequeñas nuevas ideas, vamos moldeando y transformando nuestro mundo personal, vamos escribiendo la historia de nuestra vida.


Crear es inherente a las personas. Literalmente significa “producir algo nuevo” y yo le agrego con información existente. Es decir, todas las nuevas ideas se construyen en base a datos ya disponibles, y se los modifica, se les agrega algo nuevo, se prueba, se avanza, se retrocede, hasta que llegamos al producto deseado: único y original, que seguramente luego será retomado por alguien más para seguir modificándolo hasta convertirlo en otra cosa. La creatividad es como un espiral infinito que se construye individual y colectivamente.


Y la creatividad surge en cada momento de nuestra vida, aunque no seamos conscientes. Pensemos por ejemplo en una receta de una tarta de manzana heredada de nuestra abuela. Capaz que un día nos quedamos sin manzana, y probamos con peras, y le agregamos miel en vez de azúcar y creamos otro postre increíblemente rico. ¡Y nos sentimos felices con ese toque personal que surgió de nosotras mismas!


Creamos cuando decoramos nuestra casa y elegimos con amor los objetos que dispondremos sobre nuestros muebles, o el lugar donde ubicaremos nuestras plantas. Creamos cuando combinamos nuestra ropa y nos animamos a un accesorio nuevo y personal. Creamos cuando inventamos juegos con nuestros hijos o les contamos cuentos “sacados de la galera” para que se duerman a la noche. Y por supuesto creamos cuando dibujamos, escribimos y cuando cantamos.


Somos por naturaleza, seres creativos. Crear es buscar alternativas y no conformarnos con aquello que se nos presenta como establecido. Crear supone enfrentar la realidad, desafiarla, modificarla y mejorarla. A veces creamos por necesidad, otras, solo para experimentar la belleza. Pero no podemos dejar de hacerlo. Crear es la manifestación más pura de la pulsión de vida y es lo que nos aleja un poco de la muerte.


 

por Raquel Abraham

Periodista y comunicadora.

"Amo contar historias inspiradoras".

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| CINE |

Para este mes tan importante para Revista Che y la mujer, muchas series y películas se me vienen a la mente, pero creo que les traigo una propuesta de serie que engloba todo a la perfección: The Bold Type ( Netflix, 5 temporadas, comedia dramática, 2017 - 2021). Quiero comenzar por explicarles que empecé a ver la serie por la premisa del trailer… “Amigas, Nueva York, trabajan en una revista de modas…” y no necesitaba más para entretenerme, pero como ya sabemos, a veces, los trailers nos pueden engañar… Esta serie no es de esas que dejas en segundo plano mientras haces otra cosa o simplemente sin verla por estar en el celular, y mientras creía haber encontrado otra "Sex and the City" me dí cuenta que -si, obvio, tiene mucho de eso- pero al mismo tiempo al ser una serie producida por la Ex Editora en Jefe de Cosmopolitan, basada en su vida, y muy actual, nos propone unas historias con tópicos muy importantes y trascendentales en nuestra actualidad. A ver, les voy a ser sincera como siempre… Tiene sus momentos de puro entretenimiento, pero entramos en un mundo de personas jóvenes (claro que del estereotipo que la serie propone) que siendo millennials y centennials, como nosotrxs, nos enfrentamos a un mundo que creemos cambiado y a veces ni lo es tanto, solucionando lo que hoy son problemas comunes como las relaciones abiertas, hasta otras temáticas que no recordamos a diario como el racismo, y tan profundas como la identidad. Me sucede que a veces me veo en situaciones de películas, escenas que pasan una tras otra, y puede que sea mi mente de realizadora, pero todos sabemos que en esta vida no faltan ni el drama, ni la magia; en medio de esas situaciones puedo asegurarles que esta serie me dio mucho que pensar… y traspolar esas situaciones a la vida real no es nada complicado, el guión y la construcción de personajes me hace saber que esta serie no se creó solo para comer pochoclo (lo que llamamos las típicas “pochocleras”), si no que es algo más…


Navegar en la actualidad puede ser demasiado complicado, sobre todo con este mundo que cada día nos permite desaprender y reinventarnos mientras vivimos, y les puedo decir que esta serie nos permite expandir los debates que uno maneja, o incluso crear nuevos, y aunque a veces nuestras protagonistas u otros personajes no dejan de ser “estereotipos”... podemos ver la puesta en valor de este recurso y de cómo se enfrentan al mundo, porque si, somos, pero prefiero pensar que reconociendo lo que somos podemos evolucionar y cambiar lo que no esta bueno.

¿Podemos atrevernos a ser nosotros, incluso cuando no sabemos por donde

comenzar? ¿Me atrevo a pensar diferente? ¿O tal vez solo a dar ese paso que quizás nadie quiso dar? ¿me atrevo a atreverme?...

Creo que estas preguntas, y más, son parte del corazón de esta serie; por mi parte, detesto quedarme sentada a pensar el “qué sería si…” ¿ustedes no?


 

por Florencia Adorno

Productora y Realizadora Cinematográfica y Multimedios. Futura Relacionista Pública. Amante del arte, la filosofía, cultura general, de lo simple y lo complicado.

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| RECOMENDADOS |


ESPERANDO A MISTER BOJANGLES


La diversión está totalmente asociada a lo lúdico, a la infancia, a lo juventud, a los compañeros, a la creatividad y a la libre imaginación.


Formo parte de ese grupo de personas que encuentra sumamente divertido el intercambio con los niños/as. Su inocencia, ingenuidad seguida de sus reacciones me divierten sumamente. Sus juegos y ocurrencias nos roban sinceras sonrisas.


Dedicarles tiempo, tratando de empatizar con ellos nos recuerda que la vida debería ser más divertida, más amena y con mucho más color. De alguna manera nos reencuentra con el niño, niña que fuimos alguna vez y coincido totalmente que jugar con ellos es jugar con nosotros.


Justamente el libro que pensamos para este mes, Esperando a Mister Bojangles de Oliver Bourdeaut, (autor francés) refleja la mirada de un niño (sin edad definida) en la vida de su padre Georges y su particular madre, a la cual su marido nunca llama por un mismo nombre más de dos días seguidos (es Renée, o Joséphine, Georgette o Pauline, Hortense o Nécessité, etc) solo porque no concibe una vida monótona y cotidiana.


Página a página, entramos en la memoria de este niño que mira a sus padres amarse, mientras bailan al son de una repetitiva y melancólica canción que suena: “había un precioso y viejo tocadiscos en el que siempre ponían el mismo vinilo de Nina Simone y la misma canción: ‘Mr. Bojangles’. […] Aquella canción era realmente loca, triste y a la vez alegre, y hacía que mi madre se pusiera igual”.


Sus divertidos recuerdos espejan una vida mágica, cambiante, vertiginosa, repleta de excentricidades, fiestas, amistades y sobre todo mucha creatividad y divertidas ocurrencias.


Entrar en esta lectura es ingresar en una novela libre de preocupaciones y de penas, sin límites entre lo ficticio y lo real. “Cuando la realidad sea aburrida y triste –le dice la madre al chico–, invéntese usted una buena historia y cuéntemela.”


Abordar este libro es escuchar y divertirse en los textos de este tierno niño, con su humor absurdo y engañoso, con toque surrealistas, intercalado con fragmentos del diario de su padre que interrumpe esa fantasía con la real historia de él y su madre.


La novela cala en zonas más sensibles y precarias de sus vidas hasta culminar en una emoción intensa y profunda que celebra la locura.


Y un poco de locura también divierte.


Tips para leer:


  • Activá tu play list y disfrutá este libro escuchando los 5 min´ de la canción de Nina Simone, “Mr. Bojangles” – (con sus diversas versiones).

  • Recordatorio: “Hay gente que nunca pierde la cabeza.

Qué horrible debe de ser su vida…” Charles Bokowski – Estas invitado a perder un poco tu cabeza.


En solo 150 páginas, vale la pena entregarse a la percepción de este niño, es un libro corto, fácil de leer y seguir.


Bienvenidas las quimeras de nuestro protagonista.


Datos del Libro


  • TÍTULO: ESPERANDO A MISTER BOJANGLES

  • AUTOR: OLIVIER BOURDEAUT

  • Editorial: SALAMANDRA

  • Año de edición: 2017

  • ISBN: 978-84-9838-778-0

  • Páginas: 152

  • Traducción del Francés: José Antonio Soriano Marco

  • Colección: Salamandra

  • Imagen de portada: Grafica de Adam Wiseman – Muy llamativa y muy de tango.


 

Por Fernando Verazay

Gestor Cultural Público y Privado. Coordinador del Club de Lectura LA MAGA.




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