La sacerdotisa andina encontró su camino mientras hacía su residencia médica de psiquiatría y sentía que la vida que llevaba no era una elección genuina. Estos cuestionamientos internos la llevaron a abrazar la sabiduría de la cultura andina e integrar a su vida las “leyes del universo” para lograr un buen vivir.

Seyaku Munainiyoj
Seyaku Munayniyoj es una mujer alegre, suave, pausada al hablar y con una cadencia en su voz que transmite paz. El nombre de nacimiento que le fue dado es Leila Farjat, pero tras una larga búsqueda existencial, en el que preguntas como “¿quién soy? ¿cuál es mi misión? y ¿quién elijo ser?”, la llevaron por un camino de desaprender y aprender nuevas formas de estar en el mundo, que incluyeron, entre otras cosas, la elección de un nombre que se adecue mejor a su ser. “Yo nací en San Salvador, nací en otra ciudad y en otra forma de vida. Estudié Medicina y luego hice Psiquiatría y ese proceso fue un entendimiento para mí, el darme cuenta de que el equilibrio no yace solamente en el cuerpo, sino que el equilibrio o el desequilibrio de los síntomas y el desequilibrio del cuerpo físico tienen que ver primero, con un desequilibrio energético o emocional que tiene su origen en la mente”, manifiesta. La incomodidad de estar en un sistema en el que el “afuera” determina nuestro valor y nos crea dependencia, y el deseo de crear una vida a su medida, fueron los “síntomas” que la alentaron a iniciar un camino, “el camino del guerrero” (del que hablaremos más adelante) de crecimiento y sabiduría basado en la cultura iniciática andina: “Las culturas iniciáticas son culturas del inicio, del origen de la existencia, justamente hay muchas culturas iniciáticas: está la cultura andina, los mayas, los egipcios, en la Sierra Nevada en la India, en muchos espacios-tiempos sucedieron diferentes culturas que alcanzaron un esplendor y una forma de creación que hoy en día no sabemos cómo lo hicieron”, explica Seyaku.

Seyaku Munainiyoj
Luego de reconectar con sus raíces andinas (su abuela era de Yavi, Jujuy), Seyaku fue encontrando señales para darle un nuevo rumbo a su vida: “Uno puede elegir mantenerse de la misma forma durante toda su vida y está bien y por ahí uno elige cambiar y separarse de ciertas creencias e impedimentos para crear la realidad que quiero”,expresa. Este proceso de “renacer” la llevó a estudiar y embeberse de la sabiduría andina, a través de las “leyes del universo”, que nos llevan al “buen vivir” y a “brillar como el sol”. Tras años de aprendizaje, Leila ascendió a sacerdotisa andina y eligió su propio nombre, uno que representa su esencia: “‘Seyaku significa, “Se” es un sonido primal que hace referencia al océano sagrado de la creación, “Yaku” está en runa simi que es la lengua originaria que hablaba la etnia quechua, y significa agua, hace referencia a este elemento y a todo el camino de aprendizaje.. Luego la otra parte de mi nombre iniciático es Munayniyoj, “Munay” es un código andino que significa amor, deseo y poder. Munayniyoj hace referencia a quien crea lo que quiere con amor, deseo y poder y en abundancia, entonces esa sería la explicación de mi nombre”.

Entrevista a Seyaku
¿Sentiste que hubo resistencias al comienzo de tu camino, propias o ajenas? Es afuera como es adentro, cuando uno adentro tiene dudas afuera también aparece esa duda. Y fue todo un proceso, porque yo me recibí muy joven, a los 23 años, iba a ser neurocirujana, como que tenía un camino ya predestinado y fue una elección muy importante para mí salirme de ese camino y encontrarme con otra forma, por esto también que hablamos del valor afuera: el ser médico era como ¡guau! y el valor estaba puesto en el “ser médico”. Entonces fue justamente un proceso de reconocimiento de mi valor y de mi seguridad. Mientras yo más segura estaba adentro, afuera la respuesta era “pero qué hermoso, qué lindo, que hermoso encuentro, que alegría que haces esto”. Cuando adentro había inseguridades afuera aparecía alguna crítica o alguna resistencia que sucede siempre ante el cambio, ante el cambio siempre hay una cierta resistencia. ¿Qué son las Leyes del Universo? ¿Cuáles nos podrías mencionar? La primera Ley del Universo tiene que ver con la elección, es el libre albedrío. El primer paso para encontrarse con este camino de sabiduría es el libre albedrío, es la elección, hay que reconocer el valor justamente en este primer paso, saber de este camino en el que uno se encuentra y tiene que saber del guerrero. El guerrero reconoce su valor para saltar a lo desconocido, el guerrero no es valiente porque no sienta miedo, todos lo sentimos, el guerrero es valiente porque reconoce su valor para alcanzar eso que quiere, para saltar a eso que quiere con seguridad.

Seyaku
El ego, el niño interior que no quiere crecer
¿Qué es el ego, del que tanto hablamos pero poco se sabe? Tenemos un periodo de tiempo en el cual necesitamos de un otro para sobrevivir, entonces el ego aparece como una estructura funcional de la mente, en la cual yo me anclo a la vida dependiendo de otro. Entonces ahí se genera todo el tema, porque justamente todas las culturas iniciáticas conocían este sistema de la mente, entonces entre los 8 y los 13 años hacían su ceremonial de paso de la niñez a la adultez, momento en el cual se reconocían como creadores de su realidad” Entonces llega un punto en nuestro desarrollo en el que mi vida ya no depende de otro, sino de mí y de mis elecciones. Hay gente adulta a la que todavía le cuesta entender esto. Y esa es justamente una forma de pensamiento predominante de la cultura occidental que tiene configuraciones dentro del mundo andino y que dentro de esta sabiduría le llamamos el pantano. El pantano es un lugar que asfixia, metafóricamente, el pantano es un lugar en el que no hay vida, no hay oxígeno, no hay alegría, no hay disfrute, porque justamente toda nuestra existencia depende de otro. O sea en el mundo occidental vivimos dependiendo de un otro que pueda ver cuánto valemos, del trabajo, de si me veo bien, de muchas cosas… Tal cual, un montón de creencias, por ejemplo en relación al trabajo, a los mandatos, a las creencias comunes de tu familia, de la sociedad, entonces uno se pasa toda la vida en esta asociación del ego, dependiendo del afuera y no reconociendo su valor.

Seyaku
El buen vivir, una práctica cotidiana
Dice Seyaku que cuando uno se encuentra con los caminos iniciáticos hay una premisa muy importante que tiene que ver con nuestro para qué, para qué estamos aquí, para qué vinimos a este plano. “Creo que es una pregunta que nos hacemos todos: a qué vine, cuál es mi función, qué es lo que yo tengo que hacer aquí y justamente hay un punto en común entre todas las culturas iniciáticas que es que nosotros venimos a este plano a brillar como el sol”, afirma. ¿Todos podemos brillar? Claro. todos somos eso. Yo trabajo mucho con la Física y con otras áreas integrando siempre todos los saberes que vamos conociendo, y dentro de la Física hay una ley que demuestra que la materia es igual a la energía, entonces justamente nuestro cuerpo, esta identificación que tenemos con quién somos, es energía. Entonces ese es un punto clave, el reconocimiento de que nosotros somos energía. La energía primordial es la energía lumínica, la energía del sol, entonces es ese paso de entender que somos energía lumínica, energía de creación, porque la energía del sol es la que da vida. Ninguno de nosotros podría existir sin energía solar, entonces es ese punto de reconocernos como luz y reconocer que si es materia, es energía. ¿Qué es lo primero que podemos hacer para descubrir qué es aquello que nos hace brillar? Primero tendría que separarme del ego, pero aquí hay algo fundamental y es que el ego es un niño y no le gusta crecer, es una estructura de la mente funcional, de los primeros años, pero luego el ego se quiere quedar en lo conocido. Él se quiere quedar donde está, donde aprendió. Al camino del guerrero se lo ve en muchas películas también, que es la salida del pueblo, de lo de lo conocido. Entonces el primer paso es el libre albedrío: yo me quiero encontrar con las leyes del universo que implica justamente reconocer que vinimos a este plano a brillar como el sol. Entonces lo que yo preciso hacer es reconocer primero el valor y ese sol dentro mío, es reconocerme como creador de mi realidad y reconocer que yo soy el responsable de lo que voy a crear en mi camino. Es un gran poder que tenemos… Así es y lo tenemos todos porque todos somos energía lumínica y todos tenemos ese creador dentro nuestro, incluso en diferentes culturas iniciáticas habla de esto, de encontrar el creador en uno mismo.

Entrevista a Seyaku
¿Sentís que hay algo en Seyaku de la Leila anterior o sentís que sos una persona totalmente nueva? Soy ambas, por todo lo que uno aprende con el nombre que le es otorgado, porque es justamente lo que yo preciso aprender, lo que yo preciso alumbrar, lo que yo preciso traer a mi conciencia para seguir caminando, para seguir dirigiéndome hacia la iluminación, para encontrarme con ese valor en mi misma. También uno siente este renacimiento constante, porque en el crecimiento sostenido uno va creando algo y te identificas con eso, entonces crees que sos eso. Esto que vos me contás, “soy comunicadora, soy mamá, trabajo aquí”, entonces yo me voy contando una historia y me voy armando una serie de creencias de qué es lo que yo soy. Entonces luego cuando yo hago un paso a otro tipo de orden, a otro tipo de encuentros hay una muerte, siempre está la muerte porque sin la muerte no hay vida. Eso es muy importante que aprendí con mi abuela que implica justamente también este equilibrio con las energías complementarias, vida y muerte son ambas caras de una misma moneda, una no existe sin la otra.

Yanantin Yachaywasi, la casa escuela que comparte en comunidad
“Desde la escuela trabajamos con la enseñanza de las leyes del universo, con la práctica de las leyes del universo y en este proceso hay diferentes actividades como retiros, alimentación consciente, entre otros. Vamos a realizar la inauguración del espacio físico el 4 de diciembre”, finaliza. La escuela está ubicada en Antártida Argentina 127 de nuestra ciudad.
por Raquel Abraham
Periodista y comunicadora. Amo contar historias propias y ajenas. foto Ollie Wright

Ami Bondía.
Si tuviéramos que definir a Ami Bondía en una sola palabra, esa sería “soñadora”. ¿Y cómo más podemos llamar a una mujer que se propuso metas extraordinarias, planificó los pasos, y logró cumplirlas? Corría el año 96 y Ami era una quinceañera de Valencia, España, que, como tantísimas otras, era super fan de Alejandro Sanz. Pero su admiración iba más allá de comprar todos sus discos y asistir a todos sus conciertos. Ella quiso conocerlo primero, y una vez que lo logró, decidió que quería trabajar con él. Diez años después se convirtió en su jefa de prensa. Suena un poco a cuento de hadas, ¿no? con final feliz, esos que raramente nos tocan en la vida real. Pero Ami asegura que el primer paso para cumplir nuestros objetivos es “soñar en grande”, y claro que el segundo, prepararse y planificar el camino.
A partir de su firme convicción de querer trabajar con Sanz, Ami estudió, primero periodismo y luego se especializó en la industria de la música: “Estuve mandando curriculum dos veces por año a las oficinas de Management – cuenta Ami -, no me respondían. Pero la realidad es que es currículum tenía una línea más, una línea más”, hasta que sonó el teléfono 10 años después de haberse trazado su propósito: “’¿Ami Bondía?’ Sí sí, soy yo. Te llamamos de la oficina de management de Alejandro Sanz, tenemos una pila de currículums tuyos de estos diez años, tenemos curiosidad por conocerte”, recuerda Ami entre divertida y emocionada. Y allí sintió que tocaba el cielo con las manos, y se dio cuenta de la fuerza que tiene en nuestro cerebro tener en claro qué deseamos, y luego el cómo, de alguna manera llega.
Ami es, como su nombre lo sugiere, super amigable, derrocha simpatía. Hoy se dedica a ayudar a otros (escuelas, organizaciones, empresas), a cumplir sus sueños a través de la educación emocional y el desarrollo de la marca personal. Además es autora de dos libros: “Un café con Chan. Cómo cumplir sueños con personal branding" y “Mundo de valientes”: “Me di cuenta de que la educación era la semilla de los sueños, que si yo había cumplidos mi sueño no había sido porque el sistema educativo me había dado las herramientas sino porque mi familia me había dicho: ‘tú vas a conseguir todo lo que tú quieras’ y yo me lo creí”.

Ami Bondía.
¿Cuáles son los pasos para concretar los sueños? Podemos soñar en grande o pequeño. Vos de chica soñaste en grande, conocerlo primero, y trabajar después, con Alejandro Sanz.
Hay personas que deciden soñar en grande o soñar en chico, pero hay que apostar por hacerlo en grande, porque de repente, como dice Henry Ford, “si crees que puedes como si crees que no puedes es verdad, ¿no?” Depende de lo que tú creas. Y yo he creído que iba a trabajar con Alejandro Sanz. Era de las que iba a los conciertos, no me perdía nada de él, me carteaba con otras seguidoras y una de ellas me dio la dirección de su casa, me fui con toda la familia a Madrid porque yo era menor de edad, tenía 16 años, y me quedé esperando en la puerta de su casa con la suerte de que (un problema, que a veces se convierte en oportunidad), era un día radiante, de sol precioso, se nubló, empezó a llover, granizo, y al oír la lluvia Alejandro se asomó, vio a una pobre niña toda mojada de arriba abajo, y salió una persona por mí con un paraguas y me metió dentro de la casa, y ahí lo conocí por primera vez. Ahí logré que me firmara, sacamos fotos y otras cosas y a mí no se me ocurrió otra cosa, que mirarle y decirle: “¿te puedo invitar un café?” Él me dijo: “Hoy no va a poder ser, pero te prometo un café”.
Lo que él no sabía es que yo me lo iba a tomar muy en serio. Yo dije, yo quiero volver a verle, pero no como fan, sino como profesional, descubrir al artista que pone la banda sonora de mi vida, conocer a la persona que hay detrás del personaje. Y de ahí empezó un camino de diez años en los que estuve mandando curriculum dos veces por año a las oficinas de Management. No me respondían. Pero la realidad es que es currículum tenía una línea más, una línea más. Estudié periodismo, que era una carrera que me podía dar la posibilidad de conocer a ciertas personas, (yo con una entrevista a él ya hubiera estado feliz), pero la realidad es que no se dio. Entré a trabajar en la televisión, pero ahí no venía, no era el tipo de programa en el que yo estaba, entonces dije: “Bueno, me meteré dentro de la música”. Entré en el Festival Viña Rock, estudié música en Barcelona, y allí hice un posgrado y que cuando terminabas, te daban posibilidades de hacer práctica. Y dije bueno, voy a mandar otra vez el currículum y como no me llamaban dije: me voy con mi cv bajo el brazo, de Barcelona a Madrid y cuando estaba en la boca del metro “Arturo Soria”, que es la más cercana a su oficina, me sonó el teléfono: “¿Ami Bondía”? “Sí, sí, soy yo”. “Te llamamos de la oficina de Management de Alejandro Sanz, tenemos una pila de currículums tuyos de estos diez años, tenemos curiosidad por conocerte”. Y ahí empezó. Entré como asistente en el Departamento de Comunicación, hasta que llegó el momento en que me ofrecieron ser su jefa de prensa y eso me cambió la vida, y sobre todo, la forma de pensar: de que con esfuerzo y tenacidad, todo es posible.

Ami con Alejandro Sanz y el equipo de Prensa.
¿Cómo fue tener al frente a Ale Sanz después de diez años? ¿Cumplió tus expectativas, las superó…?
Cuando yo lo miraba me ponía roja como un tomate, estaba fascinada. Solo puedo decirte que en esa primera etapa él se portó fenomenal y la expectativa fue superada. Es verdad que yo fui cambiando, porque me fui haciendo mayor y acostumbrando y comencé a ver a la persona, con la admiración de un líder, pero no como una chiquilla que se ponía super nerviosa cuando lo veía.
"Logré que Alejandro Sanz me firmara, sacamos fotos y otras cosas y a mí no se me ocurrió otra cosa, que mirarle y decirle: ¿te puedo invitar un café? Él me dijo: Hoy no va a poder ser, pero te prometo un café”.
Increíblemente, después de cuatro años de trabajar con él, decidiste renunciar. ¿Cómo y por qué sentiste que era ya un ciclo cumplido?
A mí me encantaba mi trabajo, pero era un trabajo que me dejaba sin vida personal. Me pasaba la vida viajando y no dejas de vivir la vida del artista que tienes al lado, pero no tu vida. Apareció una vocecita, el pepito grillo como podemos llamarla, que cuando me dieron las fechas de las siguientes giras, yo no le hacía caso pero al subirme a un avión me entro como un ataque de ansiedad, me faltaba el aire y dije: Esto no, hay un desequilibrio por acá. Para mí es muy importante la vida personal, me perdía muchos acontecimientos. No sabía si las navidades las iba a pasar en casa, o si iba a poder ir a la boda de mi mejor amiga. Entonces cuando tuve el ataque de ansiedad no lo dudé y al lunes siguiente cuando volví a la oficina dije que me iba, ante la sorpresa de toda la oficina y mía también, porque como se dice, me iba con una mano adelante y otra detrás. Pero fíjate que yo pensaba que nunca más me iba a ilusionar y la vida te sorprende.
¿Y te volviste a ilusionar con la misma intensidad con tus siguientes proyectos?
Sí te puedo decir que incluso…bueno, más no me voy a atrever, pero sí de una manera más madura con un propósito de vida. En aquel momento era como vivir algo en el momento de: “tengo este ídolo y quiero trabajar con él”… Tocar el cielo con las manos...
Sí, efectivamente. Pero cuando dejé ese trabajo me puse a hacer el doctorado en Inteligencia Emocional aplicada la Comunicación, entré a trabajar a una ONG en proyectos educativos con niños y ahí me di cuenta de que la educación era la semilla de los sueños, que si yo había cumplidos mi sueño no había sido porque el sistema educativo me había dado las herramientas, sino porque mi familia me había dicho: “tú vas a conseguir todo lo que tú quieras” y yo me lo creí. Ahí me di cuenta de que la educación era mi propósito de vida, poder ayudar a otras personas a descubrir su propósito, su qué en la vida, y una vez que lo saben, a enseñarles cómo transmitirlo, que es lo que yo llamo la marca personal.

Ami, una promotora de la educación emocional.
Propósito de vida y marca personal
¿Qué nos debemos preguntar para averiguar nuestro propósito? ¿Por dónde empezamos?
Dicen que el 80% de la gente no sabe lo que quiere y es una pregunta que todos deberíamos hacernos e irnos de este planeta con esa respuesta clara. Pero para poder descubrirla, teniendo en cuenta que el sistema educativo tradicional no fomenta esa introspección, hay que trabajarlo uno mismo, mirar hacia adentro y darte cuenta, ¿qué te gusta? ¿qué te hace feliz? Y eso significa romper con el ruido y dedicarnos tiempo. Para algunos se llama meditación, para otros leer libros con esa capacidad de mirar hacia adentro, simplemente dedicarte unos minutos al día a pensar en ti: ¿hoy qué te ha hecho feliz?: Qué cosas te hacen feliz y qué tienen en común. Hay un ejercicio que me gusta mucho, que es pensar en los tres momentos profesionales donde habéis sido felices y ver qué te hecho feliz, porque eso que seguramente para ti es fácil porque si no, no disfrutas. Significa que ahí hay un talento, y por lo tanto puede ser un hilito del que puedes tirar para ver si te gusta. Y otra cosa muy sencilla es experimentar, probar. Si te mueves, te apuntas a teatro, a cocina. Haz cursos cortitos a ver si te gustan, si sigues por ahí, pero no te apuntes a una carrera de 4 años, porque si luego no te gusta…Haz cositas pequeñas y luego sigues por allí.
¿Y qué es la marca personal? ¿Todos tenemos una?
Todos tenemos una, es la huella que dejamos en la mente de los demás, todos dejamos un recuerdo. Es eso que cuando conoces a alguien dices “ay qué buena energía me da”, o lo contrario, he estado tres segundos con esa persona y dices “no me gusta”. Ahora, la gestión de marca personal es de cómo manejar que ese recuerdo sea lo más positivo posible, y ahí hay tres etapas: primero, descubrir tus talentos, tu valor diferencial, en segundo lugar preguntarme qué quiero en la vida, en qué soy bueno y cómo voy conseguirlo: un plan de acción para alcanzarlo. Cuando ya sé qué quiero y cómo conseguirlo, el cómo lo comunico en el mundo digital, de manera que mi talento, que lo que tengo yo de único (porque cada persona somos diferentes y especiales y tenemos una misión) cómo lo comunico para que llegue a las personas que me puedan abrir las puertas para cumplir mi sueño. Y por eso para mí la marca personal es la herramienta más potente para cumplir metas y mis sueños.

Ami Bondía.
¿Qué libro nos recomendás, iniciático, para buscar nuestro propósito y marca personal?
Te voy a recomendar el mío que para mí es clave. “Un café con Chan, cómo cumplir sueños con personal branding”, que es un libro que no solo está la teoría y manual de trabajo para que cada persona construya su marca, sino que lo llevo a la práctica. Ya que mi historia no deja de ser un sueño cumplido que logré de forma inconsciente.
¿Sos mamá? ¿Cómo educas a tus hijos con toda esta información de ingeligencia emocional que ya tenés?
Tengo dos mellizas de dos años y medio y con ellas, yo creo que el mejor aprendizaje es el ejemplo, cómo sean sus padres, que ellas te vean personas que “no pierden los papeles”, que no gritan. Nosotros intentamos dialogar, que entiendan. A mí me gusta jugar con las emociones, poner caras de tristeza, sorpresa, para que vayan reconociendo en ellas mismas las emociones.
¿Creés que las mujeres a veces nos perdemos un poco de los propios sueños cuando llegan los hijos? ¿Son compatibles sueños personales y la familia?
Sí, creo que hay mucho de mentalidad. Yo cuando me quedé embarazada de dos, varios me decían “ya te puedes ir buscando algo de media jornada, sin responsabilidad porque esto te va absorber”. Yo no s
é si fue una alegría tan grande tenerlas, que cuando llegaron, aunque estaba de licencia, con una aquí y la otra allá, iba ideando mi segundo libro y lo pude escribir. Es verdad que tengo mi marido y que vamos a medias. Resulta que si tienes un marido que no te ayude, o nadie que te ayude es muy difícil…hay que elegir muy bien cuando uno se casa…(risas).
Y así, como quien se despide de una amiga de años, finalizamos la entrevista en vivo por Instagram, con una sensación de estar muy cerca, y de que los sueños y valores que nos guían en la vida, no conocen de fronteras y culturas, sino que nos atraviesan a todos como seres humanos. Y si ya encontraste tu propósito, como dirían en Valencia: ¡A por él!
"Dicen que el 80% de la gente no sabe lo que quiere y es una pregunta que todos deberíamos hacernos e irnos de este planeta con esa respuesta clara".

por Raquel Abraham
Periodista y comunicadora. Amo contar historias inspiradoras. Fotos: Gentileza de Ami Bondía

Inés Aid.
Con Inés Aid, médica psiquiatra, homeópata y consteladora familiar, nos conocemos hace 35 años. Cursamos juntas la escuela primaria, y desde que nos vimos, fuimos inseparables. Inés de niña era muy divertida, osada, traviesa, se reía abierta y melodiosamente, y su buen humor y carácter la acercaban a todos sus compañeros, que se sentían atraídos por su alegría, generosidad y magnetismo, todas cualidades que posee en la actualidad y que despliega ante los pacientes que la consultan.

Entrevista a Inés Aid.
Sin embargo Inés conoció el dolor desde muy pequeña. Su papá enfermó de cáncer de pulmón cuando ella tenía 8 años, y murió tres años después. Recuerda ella que desde ese momento quiso ser médica oncóloga, seguramente con la ilusión de encontrar una cura para la enfermedad que le había quitado a uno de los seres que más amaba en la tierra. Con el tiempo decidió estudiar medicina en Córdoba, pero su paso por la universidad, sumado a una nueva crisis vital a sus 19, cuando sufrió una trombosis venosa profunda con una embolia pulmonar en la que peligró su vida; le provocó una gran contradicción en el modo que tenía cierto sector de la comunidad científica, en ejercer la medicina: ella observaba (y también lo vivió en carne propia), cierto destrato y hasta deshumanización del paciente. Es así que, si bien ella sabía que su misión era sanar, quería hacerlo desde un lugar más empático y holístico.
Años después, ya recibida de médica, se fue a vivir a España con su pareja de aquel entonces, y allí descubrió los remedios homeopáticos: “La primera medicina que se proponía en la Cruz Roja de Madrid, era la homeopatía, y si no funcionaba, te daban la medicina alopática”, refiere Inés. Cuando volvió a Argentina para casarse y formar su familia, decidió que quería hacer la especialidad de Psiquiatría, y paralelamente se especializó en Homeopatía y Constelaciones Familiares. Todo el camino recorrido, personal, académico y profesional, la trajeron a donde está hoy: viviendo en una “consciencia más elevada” e integrando sus saberes en un solo ser, al que ella denomina MUJER MEDICINA, que es “más que los títulos que uno puede tener…es el saber que todos tenemos una fuerza motora interior que nos permite hacer milagros".

Inés Aid.
¿Cuáles son las dolencias y sufrimientos de las personas que llegan a consultarte?
Eso fue cambiando en mis años de práctica. Antes la gente venía porque necesitaba ser amada y escuchada. Ahora veo que el común denominador es que todos los pacientes que llegan han perdido la alegría por alguna razón. El objetivo de la terapia que hago es ayudarlos a recobrar esa alegría, con los medicamentos homeopáticos, con las constelaciones…En homeopatía decimos que, en el momento que nuestra energía vital se aleja del eje, ahí entra cualquier enfermedad, desde un resfrío hasta un cáncer. Y el objetivo de la homeopatía es restablecer el orden al paciente. Fijate que las constelaciones también buscan lo mismo: restablecer el orden del sistema, el equilibrio de las partes.
¿Qué es la felicidad?
Yo creo que muchos hemos ido atrás de la felicidad como si fuera algo a conquistar, como un destino final. Y me di cuenta de que vivimos tironeados, como una cruz: de un bracito tiramos hacia el pasado: ancestros, hechos traumáticos, crisis, y del otro brazo el futuro: el miedo a que me pase lo mismo, la incertidumbre, el no poder, y ¿cuántos de nosotros podemos vivir en el centro, que es habitar el presente? El término "Es Hoy" significa presente, y el presente significa regalo. Yo creo que la felicidad la sentimos cuando podemos habitar el presente. Y cuando damos vuelta la frase “Es Hoy”, se forma “Yo sé”. Y cuando uno se va a la cabeza con esta frase, se va a querer controlar las cosas, nos frustramos y viene la infelicidad, porque no salen las cosas como yo creo que deberían haber salido. Yo que controlo todo y que todo tiene que ser como yo quiero, no salió así. Se puede salir de esas crisis si confiamos que tenemos una fuerza motora interior que nos permite seguir, y situarnos paso a paso en el hoy. ¿Qué “sapos” ya no te comés?
No negocio más mi tiempo. Porque el rol del médico está culturalmente muy bastardeado, porque el medico tiene que estar disponible las 24 horas de todos los días. Tiene que atenderte y si es posible gratis, también. Culturalmente está visto que sos un buen médico si haces todo eso. Y la verdad es que yo he pasado por muchas. Hoy no negocio más mi tiempo, lo valoro yo y hago que el que venga también lo valore. Pongo el límite y cuando le agarrás el gusto, te encanta.

Inés Aid.
Si tu vida fuera una película, ¿cómo se llamaría esta escena?
Me encuentro en lo simple, menos es más (se emociona). Yo pienso, tengo 40 y poder decirte hoy, que estoy viviendo en lo simple, me encanta…porque fue mucha vida. Siempre creí que tenía que hacer, hacer, hacer, me la pasé haciendo. Y hoy te puedo decir que el hacer tanto me trajo hasta acá pero ya no lo elijo tanto porque no me tengo que probar nada. Aprendí a hacer sin exigirme, por eso lo simple. Este año por ejemplo, todos a la casa, tuve que atender online, me quede sin niñera. Me quedé con mis hijos atendiendo al lado mío, y no como un sacrificio, sino como: ¡qué bueno poder hacerlo! Y poder estar descalza atendiendo, tomando mate, con mi hijo jugando al lado, y atendiendo perfecto, y que el otro, del otro lado, siente mi presencia. La felicidad también es adaptabilidad a las crisis de la mejor manera que te salga.
Estás más liviana…
Estoy más liviana de todo, de consumo y me siento plena con lo suficiente. Ahí te das cuenta cuantas cosas accesorias tiene uno: gente que no te suma, ropa que ya no querés usar, utensilios de cocina que no vas a usar jamás. Siento que me achiqué pero que mi esencia se expandió.
Contacto: Instagram: @dra.inesaid Cel: +54 9 3884 87-1234

Inés Aid.
"Desde la homeopatía decimos que, en el momento que nuestra energía vital se aleja del eje, ahí entra cualquier enfermedad, desde un resfrío hasta un cáncer".
por Raquel Abraham
Periodista y comunicadora. Amo contar historias propias y ajenas. foto Ollie Wright